La DERMATITIS ATÓPICA es una enfermedad inflamatoria, crónica y recurrente de la piel que se caracteriza por la presencia de enrojecimiento, descamación y comezón intensa en varias zonas del cuerpo, que en casos severos puede estar acompañada también de ampollas y pústulas (lesiones de contenido purulento). Este trastorno de la piel se ve relacionado de manera frecuente con otras enfermedades como el asma y la rinitis alérgica.
Se puede presentar a cualquier edad, siendo más frecuente en la infancia (El 70 al 95% de los casos se produce antes de los 5 años), sin embargo, puede persistir hasta la adultez en el 85% de los casos. Se considera una de las enfermedades cutáneas no transmisibles más comunes y que afecta hasta el 20% de los niños y del 2 al 8% de los adultos a nivel mundial.
El desarrollo de la dermatitis atópica está fundamentado en tres pilares: 1. Predisposición genética o familiar, 2. Alteraciones de la barrera cutánea que facilita la entrada de alérgenos o irritantes (como el polvo, lana, pelo de animal, etc.) y de microorganismos, 3. Activación del sistema inmunitario o de defensa sobre la piel lo que conlleva a inflamarla. Estos tres pilares actúan y se interrelacionan de manera constante contribuyendo a la cronicidad y gravedad de la enfermedad.
Existe una gran variedad de tratamientos disponibles para controlar la enfermedad, dentro de los cuales se encuentra la FOTOTERAPIA como la segunda línea de tratamiento después del uso de agentes antiinflamatorios y emolientes. Así mismo se puede utilizar como terapia de mantenimiento en pacientes que llevan largos años con la enfermedad.
La Fototerapia es una técnica mediante la cual se utiliza radiación ultravioleta (UV) controlada, dosificada y emitida por lámparas, que al ser absorbida en las diferentes capas de la piel y en el caso de la dermatitis atópica, regula la activación del sistema inmunitario, reduciendo el proceso inflamatorio.
Existen diferentes tipos de radiación UV utilizada en fototerapia. En la Unidad Dermatológica y de Fototerapia se utiliza la fototerapia UVA-1 para el control de los brotes agudos de la dermatitis atópica y como terapia de mantenimiento para evitar la recaída de la enfermedad. Por otro lado, se recomienda el uso de fototerapia UVB-NB para el manejo de la dermatitis atópica crónica, ya que ayuda a disminuir el prurito (comezón) y el engrosamiento de las lesiones. Todas estas indicaciones demostradas y evaluadas por múltiples estudios.
Este tipo de tratamiento debe ser supervisado por profesionales de la salud y generalmente es ordenado por especialistas en dermatología).
El éxito de la fototerapia depende de: la adherencia tratamiento, el curso y evolución la enfermedad, y la respuesta individual a la terapia.
DRA PAULA DUBEIBE – MÉDICO UNIDAD DERMATOLÓGICA Y DE FOTOTERAPIA UDF
1. Guías y protocolos Unidad dermatológica y de fototerapia UDF 2017.
2. Dorothy L, phototherapy for atopic dermatitis, El sevier clinics in dermatology (2016) 34, 607-613.
3. Wollenberg A, Consensus-based European guidelines for treatment of atopic eczema (atopic dermatitis) in adults and children part I, European Academy of Dermatology and Venereology, JEADV 2018, 32, 657–682.
4. Guía de atención de dermatitis atópica en consulta prioritaria, Colombiana de salud S.A, septiembre 2015.
5. Mateos M, Guía de tratamiento de la dermatitis atópica en el niño, documento de consenso grupo de expertos 2da edición, Madrid España 2011.